El actual campus Miguel Delibes
fue diseñado en los años 90, según el Plan Especial de la Finca de los Ingleses, en el
que se organizó un claustro en torno al cual se proyectarían posteriormente una
serie de edificios para la
Universidad, así como también el espacio libre circundante,
que aunque no se pretendía exuberante, si cubría por completo la manzana con toda clase de árboles frutales, como se puede
observar en el plano a continuación.
(Manuel Saravia: El nuevo campus de Valladolid: (plan especial de la Finca de los Ingleses).
Universidad de Valladolid Secretariado de Publicaciones, 1997)
De entrada, no parece
descabellada la idea, una serie de parcelas que formalizan un espacio interior,
y que a su vez están unidas en planta sótano por una vía rodada que da acceso a
los aparcamientos de los futuros edificios. Las edificaciones se podían mover
dentro de unos límites definidos por unos volúmenes de control, siempre y
cuando debían de dejar una galería cubierta y abierta al claustro interior
descrito, que terminaría funcionando como los soportales de una plaza. Todo
esto quedó definido en unas ordenanzas que podemos encontrar en la página de la Universidad de Valladolid.
Vista de los edificios del Campus Miguel Delibes
Sin embargo, la situación actual
es distinta. 20 años después y con 11 edificios a sus espaldas (y otro más en camino), el campus tiene
otro aspecto. Una vez colmatado de edificios, quizá el claustro interior se ha
quedado pequeño, en comparación con la cantidad de espacio libre existente en
la parcela. ¿Cuál fue el criterio de la orientación de ese claustro? Porque no es
ni paralelo al camino del Cementerio, ni perpendicular al paseo de Belén, ni
tiene una orientación noreste-suroeste; aunque ese no es el problema.
Parece que existió una pretensión de alejarse de de las vías ferroviarias, que no de estar bien comunicado, ya que se dispusieron tanto un apeadero para el tren, como una parada de autobús. Ésta última situada junto al antiguo paso a nivel, en la avenida Valle del Esgueva, y que precisamente este año, se modificará ligeramente el recorrido del autobús, ubicándose una parada dentro del propio campus, frente al edificio I+D. También se quiso distanciar del camino del Cementerio, dejando un margen considerable, y quién sabe si una futura plaza o parque de acceso por esta zona.
Parece que existió una pretensión de alejarse de de las vías ferroviarias, que no de estar bien comunicado, ya que se dispusieron tanto un apeadero para el tren, como una parada de autobús. Ésta última situada junto al antiguo paso a nivel, en la avenida Valle del Esgueva, y que precisamente este año, se modificará ligeramente el recorrido del autobús, ubicándose una parada dentro del propio campus, frente al edificio I+D. También se quiso distanciar del camino del Cementerio, dejando un margen considerable, y quién sabe si una futura plaza o parque de acceso por esta zona.
Además, el afán de concentrar todas las facultades y edificios
universitarios en tan poco espacio no puede ser bueno. Podríamos rebautizar el
campus como la "ciudad del conocimiento", ahora que está tan de moda el término
de “ciudad de” en Valladolid (Ciudad de la Justicia, Ciudad de la Comunicación). Ya se consiguió
trasladar la facultad Educación y Trabajo Social (antiguamente Magisterio
ubicada en Huerta del Rey), en breve será la facultad de Ciencias, y
hay intención de hacerlo con la escuela de Arquitectura y la Politécnica, ambas en
la avenida Salamanca, con las que presumiblemente quedaría cerrado el claustro inicial, y si no se he hecho ya, ha sido por falta de dinero, claro.
Pero es que, con tantos edificios universitarios, se hará necesario otro tipo de infraestructuras en la zona, y todo no se puede concentrar en esta parte de la ciudad. Porque, ¿quién va a querer vivir en Huerta del Rey si ya no están cerca sus facultades? Serán necesarias una o varias residencia de estudiantes, instalaciones deportivas, comercios, un proyecto nuevo para el espacio libre del campus… En definitiva, un nuevo ejercicio de urbanismo real y responsable para la situación actual.
Pero es que, con tantos edificios universitarios, se hará necesario otro tipo de infraestructuras en la zona, y todo no se puede concentrar en esta parte de la ciudad. Porque, ¿quién va a querer vivir en Huerta del Rey si ya no están cerca sus facultades? Serán necesarias una o varias residencia de estudiantes, instalaciones deportivas, comercios, un proyecto nuevo para el espacio libre del campus… En definitiva, un nuevo ejercicio de urbanismo real y responsable para la situación actual.
En mi opinión, quizá se
haya perdido la oportunidad de realizar un campus que hiciera más ciudad de la
que ahora mismo consigue, mejor implantado en la zona, más novedoso y por qué
no, referente no sólo en Castilla y León, sino a nivel nacional. Aunque no sé
si la cantidad de alumnos que tiene la Universidad de Valladolid da para tanto, ¿o $í?
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