21/6/12

La evolución del estudiante de arquitectura


Aprovechando que el curso llega a su fin quiero realizar una mirada retrospectiva a lo que han significado estos últimos años en la escuela mediante las fases que acontecen en la evolución del estudiante de arquitectura. Claro está que dependen mucho de cada persona, pero aún así hay aspectos que me parecen comunes.

Previamente a entrar en la facultad se tuvo que elegir entre una educación tirando más por “letras” o “ciencias”. Ésta fue la primera decisión importante para nuestra enseñanza, igual más encaminada en un gusto general, donde las salidas predominantes eran ser abogado en letras, o médico o ingeniero en ciencias. Pero en esa misma etapa llega el momento de una decisión más específica, elegir carrera, en el caso de la inmensa mayoría de nuestros lectores y de mí mismo, arquitectura.



Primer día en la facultad, seguro que siempre recordamos ese momento, edificio nuevo, asignaturas nuevas, gente nueva, e incluso para muchos, ciudad nueva, he aquí el principio de nuestra aventura. Ya nos habíamos informado antes y sabíamos que no era una carrera sencilla, se podía leer y escuchar por todos lados frases irónicas y simpáticas a la vez sobre las razones para estudiar arquitectura, del estilo de "dormir más es vivir menos", o que el "redbull es adictivo". Estas frases nos acompañarán todos los años, pero la primera vez que las oímos no se entienden hasta que llega la primera entrega. Aún así, el primer año no está tan mal, es la toma de contacto con la universidad, ésto se traduce en fiestas varias, además de que comenzamos a entender diferentes conceptos que nos enseñan en la escuela y paseamos por la ciudad mirando todos los edificios, e incluso de tanto “practicar” acabamos haciendo mejores dibujos a mano alzada, caminamos con nuestras carpetas gigantes y tubos con la corrección o entrega satisfechos por la calle. Total, que la vida se veía de color de rosa.

Pero los años pasan, nos acostumbramos a las entregas y damos por hecho que las noches van a ser muy largas, nos asomamos a la ventana y vemos las 4 ó 5 luces encendidas de los compañeros que viven cerca. El ambiente artístico y bohemio que se respira en las clases de análisis y representación en los primeros años se empieza a enrarecer quedándose casi exclusivamente en las clases de proyectos y comienzan a tener un gran peso asignaturas como estructuras y construcción, relacionadas con el carácter técnico del arquitecto, pero la llama que tenemos cada uno dentro no se apaga y seguimos poniendo a prueba nuestra creatividad e imaginación en cada nuevo proyecto.

Y llegamos a los últimos años, cansados pero no rendidos, viendo cada vez más cerca el final de la carrera. Comienzan a asaltarnos las dudas del futuro profesional. Nos ha tocado vivir esta época de recesión y el sentimiento difiere mucho de lo que se podía pensar hace años, de acabar y salir corriendo a trabajar a un estudio se pasa ahora más bien a acabar y salir huyendo.

Y por último, antes de poder tener nuestro título, el PFC, etapa en la cual me hallo, momento en que más que nunca no te despegas del ordenador si no es para ir a corregir con el tutor. El cansancio y la frustración se hacen más evidentes, la cabeza se nos inunda un día de pesimismo y otro de optimismo (igual la proporción es 2 a 1). Nos encontramos en el limbo. Todas las ideas de futuro quedan ensombrecidas por lo que llega a nuestros oídos de lo complicado que está el sector, pero con más ganas que nunca de terminar con la evolución que nos ha llevado hasta este punto y convertirnos en arquitectos. Ilusos de nosotros, nunca acabaremos de evolucionar, nunca acabaremos de aprender, pero esa es una de las cosas buenas de nuestro gremio.

Y con esto pongo punto final al artículo que me ha servido de momento de reflexión nostálgica ,sin saber qué nos deparará el futuro pero esperando que las cosas mejoren y no echemos de menos la época de estudiante. Espero que no se cumpla lo que dijo Jorge Manrique: “Cualquier tiempo pasado fue mejor”.

7 comentarios:

  1. Después de leer esto me parece que hemos estudiado en facultades distintas...
    jaja

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  2. No sé quién lo ha escrito, pero me ha hecho reir algún comentario. Ánimo con el PFC que os queda ya mucho menos!! Soy Marta.

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  3. Pues yo creo q tb he estudiado en otro sitio xq llevo frustada desde primero...eso d la vida d color de rosa y bohemia de la escuela yo no lo he vivido...y fijate que m hubiera gustado pero vamos que yo creo que es una carrera de superar obstaculos y duros...

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  4. jajaja en serio... quién lo ha escrito?! Primero de "color de rosa"??? No sé para el resto, pero para mi fue el año que menos salí, todavía tenía esperanzas de aprobar curso por año y de que podía con todo... pero vamos, que espabilas rápido! Soy Ara

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  5. demasiada nostalgia veo yo aquí jaja

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  6. Tengo amigos que estudian arquitectura y no doto es de color de rosa.
    Pd: tienes un humos muy bueno

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  7. Pasa como en todas las carreras, hay que encontrar tiempo para estudiar y, a la vez, vivir la vida universitaria (barbacoas, tomarse algo con los amigos...)

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