"Die
Grenzen meiner Sprache bedeuten
die Grenzen meiner Welt."
"Allí
donde están las fronteras de mi lengua, están los límites de mi
mundo."
Esa
pregunta, la que titula esta entrada, era la que se hacia este lunes Rafael
Moneo en el Congreso Internacional de Arquitectura "Lo Común" celebrado en la
Unav. Y es que este SEÑOR [sí, con mayusculas] sigue dando
lecciones magistrales de arquitectura como el que se va de cañas con
los colegas.
A
lo largo de la historia de la arquitectura se ha producido una
evolución en el lenguaje arquitectónico, que era testigo del contexto
socio-cultural y técnico de la época: de la cabaña primitiva de
Laugier, pasando por las catedrales góticas o el Art- Nouveau.
En
general ha sido un proceso lineal, de desarrollo constante, hasta que
Loos [en "ornamento y delito" y en su propia arquitectura]
lanzó una cuestión al aire, que luego retomaría Le Corbusier con la
aparición del movimiento moderno: la ruptura historicista, y la
búsqueda de un nuevo lenguaje. [Sustituye un lenguaje obsoleto por
otro más acorde a la técnica y tiempo, pero sigue trabajando sobre
el mismo concepto].
El
camino historicista es retomado años después por Aldo Rossi [La
arquitectura de la ciudad]. Quizás cuando hablamos hoy día de
lenguaje arquitectonico, nos vienen a la cabeza los mamotretos rancios
que plagaban España [también Italia] en los años 80, realizados
por "Rossianos" incapaces de emplear la finura que
demostró Rossi en el Cementerio de San Cataldo.
Personalmente,
descubrí la importancia del lenguaje arquitectónico visitando la
Neue Nationalgalerie de Berlín. Después de una carrera exitosa, cuando va a proyectar su ultima gran obra, va y se casca "un
templo griego". Después de superar el neoplasticismo, la
Bauhaus y conseguir la mayor depuración del lenguaje a la que se
haya llegado, hace algo que se había hecho 2.500 años antes.
Y
precisamente lo que la convierte en obra maestra y le aporta
contemporaneidad es el exquisito uso de dicho lenguaje arquitectónico. El uso del material [vidrio y acero] “trabajado
con absoluta nobleza, logrando que los elementos dejen de ser algo
meramente constructivo para convertirse en algo superior”.
Contraposicion de la
Neue Nationalgalerie y templo griego arquetipico
Aún
quedan maestros, como el propio Moneo, que llegan ya a sus últimos
años [aunque viendo a Niemeyer, nunca se sabe] y que se ocupan de
cuestiones como éstas. Mención aparte merece Álvaro Siza [debo
advertirles de mi “Sizismo” exacerbado]. El gran mérito del
portugués reside en saber recoger la tradición arquitectónica de
su país y modernizarla, renovando su lenguaje sin estridencias.
Es
espectacular leer cómo describe su intervención en la reconstrucción
del Chiado: “Cuando una chaqueta pierde un botón, lo lógico es
buscar un botón parecido a los demás y volverlo a coser, en lugar
de poner un nuevo botón diferente”. Ese botón
es el lenguaje arquitectónico. Y esa habilidad para leer adaptarse
al contexto, es lo que le convierte en charnela entre tradición y
contemporaneidad.
Sin
embargo, hay que reconocer que hablar de lenguaje arquitectónico ya
no se lleva. Lo “cool” es ir de cultureta por la vida
deslumbrando con ideas felices y re-interpretaciones banales. Es una
cuestión descuidada incluso por los star-architects. Ejemplo de ello
podría ser el estudio Herzog y de Meuron, que en su primera etapa
mostraba interés y cura
por este aspecto, y con el tiempo se han volcado en otras faceta de
la arquitectura dejando un poco de lado el tema del lenguaje.
El simpatico Clip de microsoft word esperando ganar el premio Pulitzer
El
motivo de ese descuido es la ruptura de la relación
técnica-lenguaje. Hasta hace unos años, el desarrollo de ambos era
paralelo, pero los grandes proyectos [véase caprichos formales] de
los últimos años han subordinado el concepto de lenguaje a sus
alardes técnicos y estructurales. Y este proceso es tan absurdo como
esperar que el Clip de microsoft word gane algún día el Pulitzer.
Me ha parecido una entrada muy interesante
ResponderEliminarEscribes cosas muy interesantes, me ha encantado! Creo que esta entrada es mi favorita
ResponderEliminarTu blog es maravilloso y, por la forma en la que te expresas y los pensamientos que muestras, creo que esta se ha convertido en mi entrada favorita
ResponderEliminarTienes una forma de escribir maravillosa, no nos cansamos de leer tu blog
ResponderEliminarEs una pena que esta tradición y forma de hablar se peirda
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