...por
“sostenible” se tiene. Porque aquí de guapos hablamos lo justo.
El
ciclo de documentales de arquitectura titulado “...hacia la sostenibilidad” [y más allá; esto ultimo lo añado yo] que se
viene celebrando actualmente en el Museo Patio Herreriano me ha obligado a caer en la
repetición y hablar de un tema que ya se mencionó tangencialmente
cuando este humilde blog era [aún] menos conocido: el
abuso y la banalización del bioclimatismo y la
pseudo-sostenibilidad en la arquitectura actual.
Y
es que después de ver un auditorio repleto de arquitectos veteranos
[si no en su totalidad, al menos en su mayoría] discutiendo
acaloradamente sobre “si Le Corbusier era o no un arquitecto
sostenible” el cuerpo me pedía marcha.
Quizás
os preguntáis, ¿de qué esperaba que hablasen? Pues yo cuando voy a un
ciclo de sostenibilidad espero que hablen de sostenibilidad, igual
que cuando pongo Antena 3 espero ver anuncios.
El
debate planteado me decepcionó. En primer lugar, porque dudo mucho que Le Corbusier tuviese el objetivo de ser sostenible [al margen de
si lo fue o no] y, en segundo lugar, porque reducir su obra al campo
del bioclimatismo nos da un visión parcial, sesgada y poco menos
que absurda de su aportación a la arquitectura; y por ultimo,
porque “gestos” como éste no son más que un burdo intento
de apropiarse de la obra de arquitectos insignes para conseguir
público y darle bombo al tema de forma descarada, pero vacua.
Y
ahora es cuando llegamos a la madre del cordero: si la mujer del
César además de ser honesta debía parecerlo, en el caso de la
arquitectura [pseudo]bioclimática, con parecer, basta.
Me
explico: actualmente, da igual la naturaleza del proyecto realizado,
si quieres ser un arquitecto “modernillo y comprometido con tu
planeta” tu edificio deber ser [pseudo]sostenible; mejor dicho,
debe parecer sostenible. Unas placas fotovoltaicas por aquí, un muro
vegetal por allá y... voilá!!! ya tenemos nuestro edificio
[pseudo]sostenible. [Luego pasa lo que pasa y las cosas funcionan
como funcionan].
Seamos
un poquito serios; la sostenibilidad energética en la arquitectura es un tema complejo, objeto de años de estudio, y no puede reducirse
a un par de guiños. Es decir, si de verdad queremos hacer un
edificio bioclimático, esta intención debe formar parte de la idea
base e imbricarse de forma estrecha en el desarrollo del proyecto. Y
esto implica unas consecuencias que debemos aceptar. [En Suiza, si no
me equivoco, es obligatoria la separación de aguas negras y grises,
y la re-utilización de éstas últimas para diversos usos. Ésto, en
España, implicaría unos costes que ni greenpeace estaría dispuesto
a asumir].
La sostenibilidad energética no puede
ser independiente del carácter del proyecto a realizar, y genera
unos pros y contras que lo condicionan tanto o más que el sistema
estructural [por ejemplo] elegido. Todo lo demás es trivializar este
asunto y no va más allá de la imagen.
Pues eso, “a burro viejo, poco verde”.
PD: por si no queréis pasaros por la ya mencionada entrada anterior, recomiendo este trabajo del estudio STAR strategies + architecture titulado Oh’ Verde Todopoderoso.
Link del estudio en la web del autor (inglés): http://st-ar.nl/o-mighty-green-summary/
Traducción del estudio a español: http://tectonicablog.com/?p=30579
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