…o cómo saber venderse y
“facturar más que en los años de la burbuja”
Crisis, boom de la burbuja inmobiliaria, 50% de paro… Malos tiempos para el sector de la arquitectura, ya sabemos. Y en estas que llega un señor que se está forrando (aún más). Que pones la tele… ¡anda, un arquitecto en Pasapalabra! Jajaja, qué curioso. Que entras en internet (twitter es lo que tiene) y… ¡anda, que dicen que sale un arquitecto en Sálvame! Jajajj..espera, ¿qué? ¿¿en el Sálvame??
Pues sí, era Joaquín. Joaquín
Torres, co-fundador del estudio A-Cero. El de las Supercasas, sí. El del
foulard. Muy de moda últimamente. Le hicieron una entrevista a principios de abril de la que no terminó muy satisfecho. Y se quejaba. Se quejaba
de que no reflejaba lo que él realmente quiso contar, se quejaba de que el
periodista puso en su boca palabras que no dijo, se quejaba de que ese medio
de comunicación (El País) cayó “en el amarillismo y en el sensacionalismo para
vender”.
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A-cero, estudio de dos en el que uno de ellos da (demasiado) más la cara |
Bien. Confabulaciones aparte, y
calidad arquitectónica (...) también, a este tipo hay que reconocerle un mérito,
sí. El de saber venderse. El hombre es puro marketing. Y oigan, que hay que saber, ¿eh? Maestros como Wright o Le Corbusier ya lo hicieron. El primero publicaba sus famosas Casas de la pradera en las revistas americanas (en relación a su idea de construir para la democracia) e incluso fue portada del TIME como hombre del año. Lo suyo le costó. Y el suizo "se inventó" en 1928 el CIAM como espacio de debate e intercambio de ideas que le sirvió para aumentar la fama y el prestigio de su arquitectura entre sus colegas europeos. Pero evidentemente, comparar su obra con la de Joaquín Torres es más que una aberración. Y a éste lo tenemos aquí... que si tele, que si
revistas (la que él llama prensa seria), que si famoseo… Total, que se ha creado un personaje dentro de ese mundo de “amarillismo y sensacionalismo” que criticaba y lo
ha sabido explotar al máximo, tanto que cuando él aparece solamente vemos al
personaje, y no al arquitecto. También le explotará la cuenta corriente,
imaginamos. Se ha convertido en un famoso más, con la única diferencia de que
él es “el arquitecto”. Pues bien, enhorabuena. Y siendo conscientes de que
incluso aquí le estamos dando esa publicidad que tanto busca y que no deseábamos
darle, le reconocemos ese "mérito".
Eso sí: aquí paramos. El reconocimiento
(en esta profesión) no se gana paseándose por los platós, y no le vamos a
admirar por salir en la tele o rodearse de lo más granado de la jet set. Ni
mucho menos. Nadie se imagina a Moneo exhibiendo Pritzker, y ya no decimos en
la tele, sino en cualquier conferencia entre el propio gremio. Ni aunque le
escasearan los encargos, vamos. ¿Y cómo se dio a conocer Don Rafael, o
cualquiera de los millones de arquitectos de este mundo? Trabajando. Creando.
Construyendo, proyectando, dibujando, currando, trasnochando. Y cuando otro
alardea, nos gusta juzgar. Y si algo nos molesta es un mediocre dándoselas de
genio. ¿Ha sido la suya la mejor forma? Pues no sabemos, pero le ha funcionado a
las mil maravillas. Se ha metido en un mundo que le ha aceptado y le trata como
uno más. Pues, perfecto, Joaquín. Todo tuyo. El resto nos contentaremos con la
arquitectura más convencional (en el mejor de los sentidos), que ahora no se puede permitir tanto, pero que nos motiva
más. Y nos da más satisfacciones, y la comentamos entre nosotros, y la
admiramos cuando de verdad lo merece. Pero eso lo deciden los compañeros, no un
ejecutivo del canal de turno. Ni torero, ni un futbolista. Y si de verdad un día llega tu
turno, lo reconoceremos entre todos. Pero… de momento, bastante hace el HOLA.
En fin, enhorabuena por tu ajetreo y tu no parar,
nosotros tenemos más tiempo libre del que deseábamos. Demasiado sofá. Nos vemos en
prime time.
No, si es que ahora, hasta el más tonto hace relojes, y acabarán por convalidar los dvd´s de “supercasas” por la carrera de arquitectura.
ResponderEliminarActualmente es el decimosegundo blog sobre arquitectura (en castellano) más visto. Me pregunto cuantos de los seguidores de este personaje [no me atrevo a llamarlo arquitecto] son arquitectos, o al menos tienen nociones de arquitectura.
Yo creo que muy pocos. Me atrevería a decir que su éxito radica en una componente sociologica:
El hecho de construir para famosos y millonarios, le proporciona indirectamente un público de “Believers de la arquitectura” que anhela lo que sus ídolos tienen [y ellos no podrán tener]. Y por otra parte le proporciona un cliente [famoso y millonario] que quiere una casa del “personajearquitecto” de moda, que sea más “chuli” y más grande que la que hizo para el ultimo coleguita famosete.
Y ¿Qué hay de arquitectura en todo esto? Pues más bien poco.
El mayor desprecio es no hacer aprecio.
No quiero comentar mucho más sobre este tema, pero eso último que has dicho Kike, lo de "believers de la arquitectura" me ha llegado al alma. Quizá enfocado de otra forma, pienso en alcaldes y presidentes de comunidades autónomas que no conocían a ningún arquitecto y que a raíz del típico edificio de éxito mediático, quieren tener en su ciudad otro igual o parecido, porque es lo que está de moda. Luego pasa lo que pasa.
ResponderEliminarHablando del HOLA.... https://twitter.com/#!/lauriigp/status/198071290723184640/photo/1
ResponderEliminarEsto debe de ser lo que el llama prensa seria
Hola compañeros!
ResponderEliminarAcabo de descubrir este blog, perdón por no haberlo visto antes... enhorabuena por vuestro trabajo!
Hace un tiempo le hice un especie de entrevista, a JT, para mi blog, os paso el enlace: http://danielmoyano.net/blog/2010/10/20/un-arquitecto-en-la-tele-una-conversacion-con-joaquin-torres/
En ella se explica él en primera persona sobre estos aspectos tan criticados.
Yo, a estas alturas, esoy cansado del tema. Su arquitectura no me inspira, pero tampoco m molesta, ya que no deja de ser obra privada y ahí, aparte de gustos, poca crítica real se puede hacer (otro tema sería si fuera obra pública). Y como personaje, ya me aburre, y acabará rompiéndosele el juguete, seguro.
Un saludo!