“¿Por
qué no le dais a la gente libros sobre Dios? Por la misma razón por
la que no le damos Otelo, son viejos; tratan sobre el Dios de hace
cien años, no sobre el Dios de hoy. Pero Dios no cambia. Los
hombres, sin embargo, sí.”
ALDOUS
HUXLEY,
Un mundo feliz
Empezaré
por las perversiones, dejando el porno
para
el final.
Aunque
pueda parecerlo, no pretendo transformar este espacio en un mentidero
filosófico, ni un café literario Vienés del siglo XIX. Hablaré
sobre arquitectura. Concretamente de como -desde mi punto de vista-
esta influyendo la cultura de lo
visual
en la arquitectura contemporánea, su representación y su difusión
Puede parecer que la imagen
arquitectónica
aparece de la mano del ordenador, pero no es así. Como ejemplo de ello
podemos poner a ARCHIGRAM y sus famosas representaciones, como “the walking city”. Sin
embargo, sí es cierto, que las técnicas de representación en el
campo arquitectónico se han vuelto cada vez mas sofisticadas y
complejas en un los últimos años, adquiriendo mayor importancia [en
ocasiones, en detrimento del tiempo y consideración dedicados al
propio proyecto].
Uno
de los principales factores, es el aumento del formato concurso
en cantidad y significación, y sobre todo, la incorporación de
personas no instruidas en la disciplina arquitectónica
Vamos,
lo que viene siendo el
concejal de turno entendido en la materia, porque es titular de una
suscripción a casadiez; al cual le encantan las láminas con muchos
foto-montajes y colorines.
El
resultado: buenas láminas y malos proyectos.
El
problema: la buena lámina es efímera, el mal proyecto dura años.
La
moraleja: si quieres vender un burro viejo, píntalo de negro.
Puede
haber quien piense que el fin justifica los medios, pero en este
caso, los medios sustituyen al fin. Se produce una equiparación, e
incluso inversión jerárquica entre la herramienta [la gráfica] y
el objetivo [el proyecto].
En
ocasiones, aparece una relación imagen-identidad.
Pongo
como ejemplo, este render del estudio SANAA, para el concurso del
palmeral de Elche.
A
primera vista, el proyecto parece un objeto ingrávido que apenas
toca el suelo. Sugiere una sensación de levedad y ligereza,acorde a
la identidad
de dicho estudio. Sin embargo, si nos tomamos la molestia de realizar
un segundo análisis más detenido, nos daremos cuenta de que el
proyecto es totalmente antagónico a lo que en un principio parece.
La
rampa que envuelve todo, se carga medio palmeral y llega a adquirir
mayor importancia y peso visual que éste ultimo.
En
esta ocasión la gráfica si desempeña su rol de herramienta,
pero es una herramienta
falaz
[a través de la gráfica,se trata de contagiar
una identidad
contraria a la del propio proyecto].
Una
salvajada camuflada con pilares delicados.
Me gustaría añadir una cita de Peter Zumthor que hasta hace poco desconocía, y que creo que viene muy al caso: ‘Pensar la arquitectura nos ayuda a no enamoramos de la calidad gráfica de nuestros dibujos y a no confundirla con lo que constituye realmente una cualidad arquitectónica.’
ResponderEliminarPerfecta cita, muy ilustrativa para este artículo
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